Alfonso X concedió a Murcia el 19 de mayo de 1266 una feria anual, con la que pretendía ayudar a repoblar y enriquecer la ciudad, según consta en el Libro de Privilegios de la Ciudad de Murcia (AMMU Serie 3, n. 47). Al contrario que en la actualidad , comenzaba el día de San Miguel, el 29 de septiembre, y duraba 15 días. Estaba abierta a todos, tanto de la ciudad como de fuera, ya fueran cristianos, moros o judíos. El monarca se preocupó también por la seguridad de los asistentes, así como de sus mercancías, y así lo expresa “que vayan e vengan saluos e seguros tan bien por mar como por tierra con sus mercaderias...”. (AMMU, Serie 3, n. 47, fol. 5r.)
Muy importante para el desarrollo de la feria, fue el hecho de que el Rey le otorgara franqueza de impuestos mientras durara la feria, es decir, los comerciantes estaban exentos de pagar “portadgo ni otro derecho ninguno por entrada ni por salida de quantas mercaderias compraren o vendieren ni aduxeren o sacaren en quanto esta feria durare”.
Para asegurar la tranquilidad durante este tiempo de feria, incluye el monarca la siguiente advertencia a los que cometiesen algún delito “ca qualquier que lo fiziese aurie nuestra ira y pecharnos y en coto de dos mill marauedis e al concejo de Murcia o al qualquier [ome] quel tuerto recibiese, todo el danno doblado”
Por lo que respecta a su localización, según privilegio dado el 18 de mayo de 1267 (AMMU, Serie 3, n. 47, fol. 12r.), el lugar de celebración se localizó fuera del recinto amurallado, “que’l mercado e la feria sean a la puente allende el rio, porque serán más comunal lugar, por razón de los moros”. Posteriormente, en el Códice del Repartimiento de Murcia (AMMU, Serie 3, n. 55(I), fol 2r. y 96r.) se cambiará el lugar, “La plaça de la feria a la porta del pont” y “la plaça que el rey dió para la feria de la puerta noua fata al termino de don Grigorio”, lugar donde ahora se puede localizar la actual Plaza de Santo Domingo.
Por último, de los productos que se vendían (especias, baratijas...) y sus precios también tenemos constancia en los libros de actas capitulares del concejo. Según Acta Capitular de 15 de noviembre de 1401, “… en el mes de octubre primero, que viniesen todas las mercaderías que quisiesen, traigan del regno dàragón a vender favor et gratias… vinieren de aragon mercadorias asi especiería como buhonería o vernins de Flandes en que valía mas de diez mill florines et salio aragón quel venia a la dicha renta de las dichas aduanas mill florines de oro...” (AMMU, AC 24, fol. 99 r.)
Bibliografía:
GUAL, JOSÉ MIGUEL. Bases para el estudio de las ferias murcianas en la Edad Media. En: Miscelánea Medieval Murciana. 1982, nº IX, pp. 9-55