En 1787 Carlos III, con el apoyo del Conde de Floridablanca, promulgó una Real Cédula sobre el establecimiento de cementerios fuera de los poblados. Esta regulación se debió al movimiento higienista de la época, por el que el Estado debía ordenar la salud de la ciudad y sus habitantes. Como consecuencia de esta regulación, en Murcia se crearon dos cementerios de propiedad eclesiástica:
el Cementerio de la Puerta de Orihuela, en el actual Barrio de la Paz, en 1796.
el Cementerio de La Albatalía o de la Puerta de Castilla, en 1811.
Sin embargo, estos cementerios se clausuraron por Real Orden de 1883 debido a su incapacidad para albergar a la población que fallecía, y por problemas de olores y vertidos a las acequias. Así mismo, se puso de manifiesto la necesidad de construir uno nuevo que pudiera atender las necesidades de la ciudad.
Aunque en un principio la ubicación del cementerio se planteó en la zona sur de la ciudad, a los pies de la Fuensanta, finalmente no se llevó a cabo en este lugar ya que podía afectar negativamente a los santuarios de la zona. La ubicación definitiva fue resultado de una votación tras un bando municipal en 1883 en el que se convocó a los ciudadanos para elegir la ubicación. De manera unánime se decidió que fuera en los Llanos de Espinardo y su cerro de San Cristóbal.
Ese mismo año, el arquitecto municipal Rodolfo Ibáñez, firmó el primer proyecto tomando como base los cementerios de Albacete y Cartagena. Se compraron 90.000 m2 y en 1884 comenzaron las obras. En 1885, y con las obras ya iniciadas, se realiza un proyecto con la información completa, firmado por Jerónimo Ros, segundo arquitecto municipal. Se construyó el muro de cerramiento y algunos pabellones; no así la capilla ni la actual entrada monumental. El acta de recepción de las obras de construcción es de fecha 1 de noviembre de 1885.
Sin embargo, anteriormente, en el verano de 1885, la ciudad de Murcia se vio afectada por una epidemia de cólera que tuvo una elevada mortandad, debido a lo cual hubo que habilitar provisionalmente el cementerio, aún en obras, y se realizó una bendición provisional. La bendición, realizada por el párroco de Espinardo, tuvo lugar el 6 de junio de 1887 . El 28 de octubre de 1887 el Gobernador Civil de la Provincia realizó la inauguración oficial con la nueva capilla y el primer enterramiento oficial, cuando el Cementerio ya había superado los 800 enterramientos.
Pedro Cerdán Martínez , como nuevo arquitecto municipal, fue el encargado del resto de los pabellones y del osario en 1892, pero no será hasta 1895 cuando dé comienzo la construcción de la portada que hoy conocemos.
El Archivo Municipal de Murcia conserva el expediente íntegro de construcción del Cementerio de Nuestro Padre Jesús.
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